La Defensoría urgió mejores programas para reducir la pobreza femenina en Colombia

¿Sabías que, a pesar de que la pobreza monetaria en Colombia se redujo del 43,1% en 2020 al 31,8% en 2024, la Feminización de la pobreza en Colombia: alerta de la Defensoría del Pueblo de la pobreza persiste como un grave problema?

La Defensoría del Pueblo, garante de los derechos humanos en el país, alertó sobre Cómo saber si tengo ayuda del gobierno con mi cédula – Guía completa 2025 las mujeres enfrentan condiciones de vida más precarias y mayores obstáculos para acceder a derechos básicos, especialmente las madres cabeza de hogar y mujeres campesinas.

Esta realidad no solo refleja desigualdad económica, sino que constituye una profunda vulneración de derechos y un problema de dignidad humana que demanda respuestas urgentes e integrales del Estado y la sociedad.

En este artículo, exploraremos por qué la feminización de la pobreza sigue siendo un desafío urgente en Colombia, las cifras detrás de este fenómeno y las propuestas para implementar mejores programas dirigidos a reducir la pobreza femenina, especialmente en zonas rurales y comunidades étnicas. Feminización de la pobreza en Colombia: alerta de la Defensoría del Pueblo y cómo esto se integra en las políticas sociales actuales, además de recursos como la guía completa sobre ayudas gubernamentales.

La Defensoría del Pueblo alerta sobre feminización persistente de la pobreza en Colombia

La persistente feminización de la pobreza en Colombia representa un desafío urgente y complejo. La Defensoría del Pueblo ha señalado que, a pesar de la reducción general de la pobreza monetaria del 43,1% en 2020 al 31,8% en 2024, las mujeres, especialmente las madres cabeza de hogar y campesinas, enfrentan condiciones de vida significativamente más precarias.

Accede a más contenidos útiles 👇

Esta desigualdad se manifiesta en brechas sistemáticas de acceso al empleo formal, la propiedad de bienes y la educación.

Las barreras estructurales excluyen a las mujeres de oportunidades económicas, generando una exclusión social profunda.

Así, la pobreza femenina no solo limita el bienestar inmediato, sino que también perpetúa violaciones a derechos fundamentales, afectando la dignidad de millones y prolongando ciclos intergeneracionales de vulnerabilidad.

Por ejemplo, mientras avanzan las cifras generales, los hogares liderados por mujeres presentan una brecha de 7,7 puntos porcentuales en pobreza monetaria comparados con hogares encabezados por hombres.

Esta realidad exige respuestas sólidas y sostenidas.

La Defensoría enfatiza que la pobreza debe ser entendida como un problema clave de derechos humanos, además de un fenómeno social y económico.

Por lo tanto, es indispensable que el Estado implemente programas integrales con perspectiva de género que atiendan las causas específicas de la pobreza femenina, garantizando protección y empoderamiento.

Más sobre este tema puede encontrarse en Feminización de la pobreza en Colombia: alerta de la Defensoría del Pueblo.

En conjunto, estas acciones fortalecerán una sociedad más justa e inclusiva.

Evolución reciente de la pobreza según DANE y Banco Mundial: avances y desafíos

La reducción de la pobreza en Colombia ha mostrado avances significativos entre 2020 y 2024. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la pobreza monetaria descendió del 43,1% en 2020 al 31,8% en 2024, reflejando una disminución de 11,3 puntos porcentuales.

Este progreso se traduce en que 2,1 millones de personas lograron salir de la pobreza y cerca de 1 millón superó la pobreza extrema en ese mismo periodo, una señal alentadora para el país.

Por su parte, el Banco Mundial clasifica a Colombia como una economía de ingreso medio-alto y una de las principales de América Latina.

Sin embargo, persisten desafíos como la alta desigualdad en la distribución del ingreso, evidenciada en un coeficiente de Gini de 0,53 en 2024, situando a Colombia entre los países más desiguales a nivel global.

A pesar de un crecimiento económico anual promedio de 2,66% entre 2020 y 2024, combinado con políticas sociales efectivas y aumentos sostenidos del salario mínimo por encima del Índice de Precios al Consumidor, las brechas sociales siguen siendo significativas.

Además, la informalidad laboral permanece elevada, especialmente en sectores como agricultura y servicios tercerizados, lo que limita el acceso a empleos formales y dignos.

La pobreza multidimensional también continúa siendo un reto, principalmente debido al bajo logro educativo y a la precariedad del empleo informal.

En este contexto, la Defensoría del Pueblo insta a fortalecer políticas que consideren estas realidades complejas.

Para profundizar en este tema, visitar el enlace Feminización de la pobreza en Colombia ofrece un análisis complementario.

Impacto diferencial: feminización de la pobreza en mujeres cabeza de hogar y campesinas

La feminización de la pobreza afecta de manera especial a las mujeres cabeza de hogar y campesinas, quienes enfrentan condiciones de vida mucho más precarias. Según la Defensoría del Pueblo, los hogares con liderazgo femenino registran índices de pobreza monetaria 7,7 puntos porcentuales más altos que aquellos encabezados por hombres.

Esta diferencia no es casual, sino el resultado de persistentes barreras estructurales que limitan el acceso de estas mujeres a empleo formal, propiedad y educación.

Madres cabeza de hogar muchas veces combinan la responsabilidad de sostener a su familia con obligaciones domésticas, lo que limita sus oportunidades laborales y de inserción económica.

A esto se suma la exclusión social que sufren especialmente las mujeres campesinas, quienes además enfrentan dificultades por su ubicación geográfica y falta de servicios básicos.

Esta realidad perpetúa la vulneración de sus derechos fundamentales y aumenta la desigualdad.

Por ejemplo, en zonas rurales, mujeres indígenas y afrodescendientes tienen menor acceso a la educación y servicios de salud, profundizando la pobreza multidimensional.

Por ello, la Defensoría hace un llamado urgente para diseñar políticas con enfoque interseccional que atiendan estas realidades específicas, fortaleciendo el empleo digno y el acceso a derechos básicos.

Para comprender más a fondo este fenómeno, recomendamos leer el análisis completo sobre la feminización de la pobreza en Colombia, que detalla las causas y posibles soluciones a esta problemática.

Derechos sociales clave: trabajo, educación y alimentación en la lucha contra la pobreza femenina

El acceso a derechos sociales es fundamental para combatir la feminización de la pobreza en Colombia. A pesar del aumento en la tasa de ocupación, que alcanzó el 58,9% en julio de Simulacro Distrital en Bogotá: Imagen de referencia Foto Alcaldía de Bogotá IA 17 Oct 2025, la informalidad laboral persiste, afectando particularmente a las mujeres en sectores como la agricultura, la minería y los servicios tercerizados, incluyendo la salud.

Esta condición limita el acceso a un trabajo digno y a beneficios sociales, perpetuando la vulnerabilidad económica.

En educación, el bajo logro académico y la brecha entre colegios públicos y privados mantienen la pobreza multidimensional elevada. Según datos recientes, el 9,54% de niños entre 5 y 16 años están fuera del sistema educativo, mientras que la tasa de repitencia se mantiene en 8,8%, la más alta desde 2015.

Esta realidad afecta en especial a las comunidades rurales y étnicas, dificultando la movilidad social de las mujeres jóvenes.

La inseguridad alimentaria sigue siendo crítica, especialmente en hogares indígenas. El 25% de los hogares enfrenta inseguridad alimentaria moderada, y un 5% severa, con un impacto alarmante en la niñez indígena, donde los retrasos en talla alcanzan el 29,6%.

Sin embargo, políticas públicas han logrado reducir la mortalidad infantil por desnutrición en un 42% entre 2022 y 2024.

Frente a este panorama, la Defensoría propone reformas laborales inclusivas y programas con enfoque interseccional, que reconozcan las realidades específicas de mujeres campesinas, indígenas y afrodescendientes.

Además, se promueven iniciativas para reducir la brecha salarial, formalizar el empleo femenino y redistribuir equitativamente el trabajo no remunerado de cuidado, fortaleciendo así la lucha contra la pobreza femenina.

Para más información consulte el análisis Feminización de la pobreza en Colombia: alerta de la Defensoría del Pueblo.

Propuestas y demandas de la Defensoría para programas sostenidos en reducción de la pobreza femenina

La Defensoría del Pueblo insiste en la necesidad de fortalecer políticas específicas para el empleo y el emprendimiento femenino, con especial énfasis en zonas rurales y comunidades étnicas.

Estas medidas son vitales para enfrentar la persistente feminización de la pobreza en Colombia.

Se requiere reducir la brecha salarial de género y promover la formalización laboral de las mujeres, quienes enfrentan barreras significativas en el acceso al empleo digno.

Además, es urgente reconocer y redistribuir el trabajo de cuidado no remunerado, mediante políticas de corresponsabilidad social y familiar.

Otro punto clave es actualizar la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN), herramienta fundamental para orientar políticas basadas en evidencia.

Así, se podrán diseñar programas con enfoque interseccional que atiendan las necesidades reales de mujeres campesinas, indígenas, afrodescendientes y víctimas del conflicto armado.

Medición y seguimiento: importancia de definir indicadores y ratificar protocolos internacionales

La medición precisa de la desigualdad en la propiedad y la riqueza es crucial para enfrentar la pobreza femenina en Colombia.

El Plan Nacional 2022-2026 establece la necesidad de definir metodologías claras que permitan identificar brechas reales en estos ámbitos.

Asimismo, la ratificación del Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales se presenta como un paso fundamental para fortalecer la exigibilidad de estos derechos.

Para ello, es indispensable convocar a actores sociales y políticos en mesas técnicas que promuevan seguimiento y visibilización efectiva, logrando una protección real y contundente para las mujeres en situación de pobreza.

Conclusión

La Defensoría del Pueblo ha dejado claro que, pese a los avances en la reducción de la pobreza en Colombia, la feminización de este flagelo persiste como un desafío crítico.

Esta situación revela cómo las mujeres continúan enfrentando condiciones de vida más precarias y limitaciones en el acceso a derechos básicos, situación que compromete su dignidad y requiere atención urgente y sostenida.

Por ello, es fundamental que el gobierno implemente programas integrales y efectivos dirigidos específicamente a disminuir la pobreza femenina, especialmente en madres cabeza de hogar, campesinas y comunidades étnicas. Sumarse a esta causa, apoyar políticas públicas que promuevan inclusión laboral, educación y equidad salarial, es un paso que todas las personas y organizaciones pueden tomar desde hoy.

Recordemos que erradicar la pobreza en las mujeres no solo transforma vidas, sino que también fortalece el tejido social y económico de toda Colombia. Enfrentar este desafío con compromiso y responsabilidad es la clave para construir un futuro más justo y equitativo para todos.

Para profundizar en este tema vital, te invitamos a consultar estos recursos: Feminización de la pobreza en Colombia: alerta de la Defensoría del Pueblo, Cómo saber si tengo ayuda del gobierno con mi cédula – Guía completa 2025.