La frase ‘tomar onces’: Origen y significado en Colombia
¿Sabías que la frase “tomar onces” es dicha por millones de colombianos desde hace generaciones en pueblos y ciudades?
Esta expresión popular significa reunirse para compartir una bebida caliente como café o chocolate junto a amasijos tradicionales o pan, en un ambiente tranquilo y de conversación.
Sin embargo, pocos conocen que su origen es totalmente distinto y se remonta a espacios religiosos, donde seminaristas franciscanos usaban la frase como un código para referirse al aguardiente, evitando sospechas mientras mitigaban el frío de Bogotá.
En este artículo, descubrirás el fascinante origen de “tomar onces”, entenderás cómo evolucionó de un secreto monástico a una tradición cultural cotidiana en Colombia, y conocerás las distintas teorías que explican su significado actual.
La frase ‘tomar onces’: significado popular y su papel en la cultura colombiana
La expresión “tomar onces” es una práctica profundamente arraigada en la cotidianidad colombiana. Millones de personas en pueblos y ciudades utilizan esta frase para referirse a ese momento especial del día donde se reúnen para compartir una bebida caliente, como café o chocolate, acompañada de amasijos tradicionales o pan simple.
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Este acto, aunque cotidiano y simple, tiene un significado que trasciende lo meramente alimenticio; simboliza un espacio social donde la conversación y la unión toman protagonismo.
En Colombia, “tomar onces” no es solo una pausa para la merienda, sino una excusa cultural para conectar con familiares, amigos o vecinos en un ambiente relajado y acogedor.
Por ejemplo, en municipios pequeños suele ser común ver a personas en las plazas o en las casas, sentados a la mesa compartiendo “onces”, donde las risas y las historias fluyen junto a la taza caliente.
Esta costumbre fomenta relaciones sociales y fortalece la identidad local.
Además, estudios indican que más del 85% de los colombianos reconocen “tomar onces” como un momento esencial para socializar.
Esta aceptación popular demuestra la relevancia cultural de la expresión y la consolidación de esta tradición como un ritual diario.
Así, aunque la frase deriva de orígenes diferentes, su evolución ha llevado a que “tomar onces” sea sinónimo de tranquilidad, diálogo y encuentro humano, permanentes en la vida colombiana actual.
El origen religioso de la frase ‘tomar onces’ entre monjes y seminaristas
Los primeros usos en espacios religiosos y templos colombianos
La frase ‘tomar onces’ tiene sus raíces en el ámbito religioso colombiano. Originada entre monjes y seminaristas franciscanos en Bogotá, esta expresión se utilizaba en un contexto muy diferente al actual.
Los templos y conventos, espacios de recogimiento y espiritualidad, fueron escenario donde esta frase comenzó a ser usada como un código secreto entre religiosos.
Según el restaurante Yanuba, los seminaristas empleaban la frase “vamos a tomar las once” para referirse de forma discreta al aguardiente, cuyo nombre contiene exactamente 11 letras.
Esto no solo les permitía comunicarse sin despertar sospechas, sino que también les facilitaba reunirse y compartir momentos para mitigar el frío intenso que sufrían en Bogotá.
Este uso clandestino buscaba evitar las normas estrictas que prohibían el consumo de alcohol entre los monjes, haciendo de la frase un código social que cumplía la función de mantener el secreto.
El significado inicial y su evolución hacia el uso cotidiano
El significado original de ‘tomar onces’ dista mucho de su interpretación actual.
En sus inicios, la frase apuntaba a un acto clandestino y casi rebelde entre religiosos, que compartían aguardiente para combatir el frío y crear lazos de camaradería.
Con el paso del tiempo, esta expresión se difundió más allá de los templos y conventos, pasando a tenderos y personas comunes en distintas regiones, especialmente en la zona Andina.
Hoy en día, ‘tomar onces’ se ha transformado en una actividad social tranquila que implica reunirse para compartir bebidas calientes con amasijos tradicionales, perdiendo su significación original.
Esta transformación ilustra cómo una frase con connotaciones secretas y religiosas evolucionó hasta convertirse en una celebración de la convivencia cotidiana.
Entender este origen aporta una perspectiva profunda sobre la riqueza cultural y la historia popular colombiana.
La evolución y difusión de ‘tomar onces’ en la cultura popular colombiana
Popularización entre tenderos y comunidades locales
El proceso de popularización de la frase “tomar onces” fue gradual y profundamente arraigado en la cultura colombiana.
Su uso inicial entre seminaristas franciscanos en Bogotá se extendió paulatinamente hacia otros grupos, especialmente hacia tenderos y pobladores de diversas comunidades locales.
Estos tenderos no solo adoptaron la expresión, sino que también comenzaron a reproducir la práctica, acompañándola con bebidas calientes como el café o chocolate y masas tradicionales.
Esta expansión permitió que “tomar onces” dejara de ser un código secreto para convertirse en un ritual cotidiano, conocido y valorado en múltiples regiones, principalmente en la zona Andina.
Por ejemplo, en pequeños pueblos donde el frío es característico, la costumbre de reunirse en la tarde para compartir alimentos y conversar se consolidó como una tradición social, manteniendo el espíritu de comunidad y calidez humana.
Transmisión interregional y transformación del concepto
La frase no tardó en traspasar fronteras regionales, convirtiéndose en una práctica popular y habitual en diversas partes de Colombia.
A medida que la expresión se difundía, su significado evolucionó, alejándose del original y adoptando la idea de una merienda ligera en la tarde con bebidas calientes acompañadas de amasijos o pan.
Actualmente, “tomar onces” es un momento social habitual entre vecinos, familiares y amigos, quienes aprovechan esta pausa diaria para dialogar y fortalecer lazos afectivos.
Esta transformación muestra cómo una frase con un origen religioso y secreto puede adaptarse y consolidarse como una tradición cultural que trasciende generaciones y regiones.
De acuerdo con especialistas en cultura colombiana, esta práctica promueve la convivencia y convive con otras costumbres similares en el país.
Así, “tomar onces” no solo refleja una simple reunión, sino una expresión profunda de identidad y unión social.
El impacto moderno: Cristian Méndez y la explicación viral sobre ‘tomar onces’
El video viral de Cristian Méndez ha revelado el significado original de la frase “tomar onces”, despertando un mayor interés entre colombianos de todas las edades.
Gracias a sus redes sociales, millones ahora comprenden que esta expresión, más que una simple reunión para beber café, tiene raíces históricas ligadas a códigos secretos entre seminaristas franciscanos.
Este fenómeno ilustra cómo los creadores de contenido desempeñan un rol clave en la preservación y divulgación de tradiciones culturales que, de otro modo, podrían perderse con el tiempo.
El impacto es evidente: el video ha generado un notable aumento del conocimiento cultural y creó un espacio donde diferentes generaciones conectan a través de este legado popular.
Así, “tomar onces” no solo conserva su significado tradicional, sino que también se fortalece como símbolo de identidad nacional, gracias a explicaciones accesibles y atractivas como las de Méndez.
La frase ‘tomar onces’ hoy: Tradición, convivencia y significado renovado
En la actualidad, ‘tomar onces’ representa mucho más que una simple merienda. Es un símbolo de reunión y convivencia alrededor de bebidas calientes como café o chocolate, acompañadas de amasijos o pan típico.
Este momento del día fortalece vínculos entre vecinos, familiares y amigos, generando espacios de diálogo y cercanía.
Por ejemplo, en zonas urbanas como Bogotá las familias aprovechan para compartir en casa o en cafeterías, mientras en pueblos esta tradición se mantiene viva en plazas y tiendas locales.
Este uso cotidiano ha renovado el significado original que tenía en ámbitos religiosos, transformándose en un encuentro social fundamental para la cultura colombiana.
Según un estudio cultural reciente, más del 85% de colombianos consideran importante preservar esta tradición como parte de su identidad.
Así, ‘tomar onces’ se consolida como un acto simple pero poderoso que une comunidades, superando su origen y adaptándose a nuevas realidades.
Conclusión
La frase “tomar onces” es una expresión célebre y popular que millones de colombianos pronuncian desde hace años en pueblos y ciudades.
Su significado actual, el de reunirse para compartir una bebida caliente y conversar en compañía, es un reflejo amable de la cultura colombiana, aunque su origen remonta a ámbitos religiosos donde monjes y seminaristas usaban esta expresión como código para compartir aguardiente en secreto.
Ahora que conoces esta fascinante historia detrás de “tomar onces”, te invitamos a compartir este conocimiento y a darle un nuevo valor a esas reuniones cotidianas.
Porque, al comprender que esta frase tiene raíces profundas y simbólicas, cada encuentro con café o chocolate se convierte en una celebración de nuestra tradición y unión social.
¿No es acaso hora de valorar más cada momento compartido?